¿No encuentras tiempo para escribir? ¿Se te acumulan las tareas y acabas siempre posponiendo la escritura? ¿Te distraes continuamente y no consigues avanzar en tu novela? La diferencia entre los escritores profesionales y los que aspiran a llegar ahí algún día es que los primeros escriben todos los días y los segundos nunca encuentran el momento. Pero no desesperes: la técnica del «time blocking» te puede ayudar a conseguirlo.
Si quieres ser escritor, escribe todos los días
Bueno, o al menos hazlo de forma constante y regular. Los escritores profesionales se sientan en su escritorio y escriben, una palabra tras otra. Por muchas cosas que tengan que hacer o por poco que les apetezca. Además, son pocos (casi ninguno) los que pueden vivir totalmente de la escritura y la mayoría de ellos tienen que compaginarlo con otros trabajos. Pero, aun así, se sientan a escribir todos los días.
A veces, disfrutan de la jornada de escritura, y otras simplemente lo hacen porque deben hacerlo si quieren terminar su libro. Es importante saber que no siempre vas a disfrutar de todo el proceso todo el tiempo. Sucede igual que en otros oficios: por mucho que uno ame su trabajo, también hay días malos, tareas que nos gustan menos, pero que hay que sacar adelante, clientes que nos hacen la vida imposible y jefes que nos presionan porque la fecha de entrega está cerca.
El día tiene 24 horas para todos: no se puede «comprar» más tiempo, pero sí tratar de aprovechar mejor el que tenemos. Todos tenemos vidas y rutinas diferentes, y la mayoría tenemos otros compromisos que nos ocupan gran parte del día. La lista pendiente de tareas siempre parece que, por más que tratemos de cumplirlas, no se acaba nunca.
Por eso, si quieres terminar tu novela, no puedes esperar a tener tiempo para escribir, sino que tienes que crear ese tiempo, priorizando la escritura por encima de otras cosas. Esto significa que, a veces, tendrás que decir no a otras cosas para poder dedicar ese tiempo a escribir. Así que, lo primero de todo, es preguntarse cómo de importante es para nosotros terminar nuestra novela y qué estamos dispuestos a dejar de lado para priorizar la escritura en su lugar.

Time blocking para escritores
Si leiste mi artículo sobre cómo organizar tu escritura con el tablero Kanban ya conoces la importancia de tener claros nuestros objetivos y las tareas que tenemos que llevar a cabo para conseguirlos. Pero tan importante como saber lo que tenemos que hacer es fijar cuándo tenemos que hacerlo. En este sentido, el método Kanban y la técnica del time blocking se complementan a la perfección.
El time blocking consiste en planificar tu día (o tu semana) por adelantado mediante bloques de tiempo reservados a tareas específicas. Recuerda un poco a los horarios que teníamos en nuestra época de estudiantes, con ciertos momentos del día reservados a determinadas materias. La idea es parecida: se trata de confeccionar nuestro horario semanal para saber cuánto tiempo tenemos que dedicarle a cada cosa y qué huecos nos quedan libres para otras tareas menos urgentes o más flexibles.

No se trata de crear un horario rígido, sino de planificar cada semana por adelantado decidiendo de antemano el tiempo que le vamos a dedicar al cumplimiento de cada tarea. Poner por escrito nuestras intenciones nos permite liberarnos de la carga mental que supone la interminable lista de tareas que tenemos que realizar y nos facilita una estructura y claridad mental para cumplir con los objetivos que nos hemos propuesto esa semana. Sobre todo porque, cuando me levanto el lunes, no tengo que pensar ni decidir lo que voy a hacer ese día, porque ya lo he previsto de antemano. Solo tengo que dejarme llevar y ser consecuente con lo que he decidido.
Reservar un tiempo específico para escribir y otras tareas que tienen que ver con tu carrera de escritor (gestionar tu marca de escritor, asistir a talleres, redactar propuestas editoriales, etc.) te ayuda a priorizar esa faceta de tu vida y a dedicarle el tiempo que se merece. Si no bloqueas ese tiempo que necesitas para escribir lo más probable es que siempre acabe surgiendo algo «urgente» que te roba tiempo y que acabes posponiendo el momento de sentarte a escribir tu novela de forma indefinida.
Aprovecha el momento: trabajar por bloques
Si te gustan los temas de organización y productividad, seguro que has oído hablar del batchworking. Esta técnica consiste básicamente en trabajar por bloques agrupando tareas similares, que requieren una concentración o unas condiciones parecidas. Por ejemplo, si tengo que buscar imágenes para los post del blog, aprovecho también ese día para retocar fotos o crear contenido visual para Instagram. O si tengo que salir de casa para una reunión, aprovecho para hacer todos los demás recados y tareas que me pillen de camino.
La idea es diseñar tu ruta de cada día de tal manera que puedas concentrarte en una cosa cada vez y evitar la multitarea. De esta manera estableces una prioridades para cada momento y evitas perder el tiempo cambiando constantemente de una cosa a otra.

Un ejemplo: No te documentes mientras escribes: reserva otro momento en tu agenda para realizar todas las búsquedas que necesites. Del mismo modo en que te aconsejaba no corregir tu novela mientras escribes, tampoco pierdas tiempo en documentarte mientras estás escribiendo. Aprovecha que estás inspirado, trabajando en tu historia, y no dejes de escribir. Simplemente deja una nota en tu borrador que indique que en esa escena falta información y continúa escribiendo. Después reserva un día para documentar lo que necesites de tu novela. Así evitarás la distracción que supone buscar información para esa parte de tu novela y la dificultad de volver a concentrarte en la historia.
De la misma forma, puedes reservar bloques de tiempo para tareas que tienen que ver con tu carrera de escritor, como por ejemplo:
- Planificar tus novelas
- Sesiones de brainstorming
- Crear fichas de personajes
- Redacción de sinopsis o propuestas editoriales
- Editar y corregir borradores ya acabados
- Actualizar tus redes sociales de escritor
- Contratar servicios profesionales (correcciones, maquetación, diseño de portadas…)
- Revisar feedback de los lectores profesionales o lectores beta
Una vez tengas decididas las tareas en las que te vas a concentrar esa semana, es el momento de buscarles un hueco en la agenda y aplicar la técnica del time blocking que te he explicado más arriba.
Ejemplo práctico: cómo me organizo yo con el time blocking
He querido realizar este pequeño vídeo para mostrarte de manera práctica cómo me organizo yo con el time blocking y darte algunas ideas que te sirvan para aplicarlo a tu perfil de escritor.
Yo ahora utilizo para organizarme una agenda semanal de toda la vida (en papel), pero aquí te muestro cómo puedes utilizar los calendarios digitales, como google calendar, para planificarte con el time blocking.
Consejos para aplicar el time blocking para escritores
- No te pongas demasiadas tareas en un solo día. El error más común, sobre todo al principio, es no saber cuánto tiempo te va a llevar de verdad cada tarea, por lo que, al final, si te has puesto muchas tareas en un día, se te acaban acumulando.
- Programa tus descansos. Porque no eres Superwoman ni Superman. Si no descansas ni desconectas lo suficiente, no puedes rendir al 100% cuando realmente haga falta. Un truco muy efectivo es que, antes de ponerte a planificar las tareas de la semana en el calendario, planifiques primero tus tiempos de descanso.
- Analiza qué tipo de escritor eres y de qué forma rindes mejor en tu escritura. Hay escritores que son capaces de escribir en franjas de 20 minutos a lo largo del día (escritura en sprints), pero hay otros que necesitan disponer de, al menos, un par de horas seguidas para concentrarse en su escritura. Planifica tu tiempo de escritura según la mejor forma de aprovechar el tiempo de escritura para ti.
- Aplica el batchworking. Como hemos explicado, evitarás la dispersión si agrupas tareas similares. Dedica un momento de la semana a escribir, otro para tu contenido promocional en rrss, otro para brainstorming, para documentarte…
- Utiliza el código de colores. No solo queda más bonito, sino que te ayuda a saber de un vistazo qué tipo de tareas tienes planificadas para hoy.
- Deja espacio para imprevistos. Por otro lado, cuando te surja una «urgencia», analiza si de verdad es algo que requiere tu atención inmediata o si podrías atenderlo en otro momento. Muchas veces corremos a apagar fuegos donde en realidad solo hay chispas.
- Lo mejor de esta técnica es que te permite ir descubriendo en qué cosas empleas tu tiempo. Quizá no te des cuenta, pero el tiempo es el activo más preciado del que disponemos, y muchas veces lo malgastamos en cosas que no nos merecen la pena. Revisa de vez en cuando tu agenda y sé consciente de aquellas tareas que podrías eliminar o simplificar para ganar tiempo para tu escritura.

Espero que este artículo te haya sido de utilidad. Si quieres saber más sobre esta técnica puedes ver también este vídeo de Lucía Jiménez donde lo explica también en profundidad y enfocado a emprendedores.
¿Has probado esta forma de organizarte? ¿Qué te ha parecido? ¡Cuéntamelo en los comentarios!